Archivo de la categoría: Bienestar

Seguridad humana y catástrofes ambientales

Clara Jusidman

23 octubre 2025

En México muchos hemos perdido la expectativa de contar con gobiernos que privilegien la seguridad de las personas que los han elegido para poner orden en la casa común y aminorar desigualdades.

Han renunciado a procurar el bien colectivo. Han convertido bienes y dinero público en propiedad personal y en recursos para compra de votos. Han abandonado la planeación de mediano y largo plazo para responder a lo inmediato. Su interés se centra en perpetuarse en el poder mediante una narrativa llena de mentiras.

Estos profundos cambios tienen al menos dos efectos muy dañinos en la seguridad humana. Por una parte, un desinterés en el mantenimiento de infraestructuras que se desarrollaron a lo largo de décadas como son las redes de distribución de agua potable, las de drenaje, presas, canales de riego, refinerías, escuelas, hospitales. La inversión pública está en sus niveles históricos más bajos. La previsión para 2026 es de sólo el 2.5% del PIB.

Otro efecto consiste en la ausencia de previsiones de políticas para el mediano y largo plazos teniendo en cuenta los cambios en curso en materia demográfica, tecnológica, ambiental y cultural.

Estamos en México frente a un envejecimiento acelerado de la población y un crecimiento de ésta por debajo de la tasa de reemplazo. A nivel mundial hay dos revoluciones industriales, una crisis climática profunda y grandes cambios políticos y culturales.  

En un contexto de tanta incertidumbre y cambio sería muy importante que el gobierno contara con un grupo de inteligencia estratégica que estuviera desarrollando posibles escenarios de futuro, así como los efectos que podrían provocar en México y las medidas que, en su caso, se tendrían que adoptar.

Por ejemplo, de los varios aspectos que se incluyen en el concepto de seguridad humana uno central es el que se refiere a la seguridad de que las personas no perderán sus vidas, sus posesiones, sus trabajos e ingresos, sus viviendas frente a catástrofes humanas naturales o antropogénicas.

Las capacidades públicas para prevenir, aminorar y en su caso, atender los desastres climáticos a todos los niveles de gobierno están en su punto más bajo de desempaño como lo hemos podido vivir por las catastróficas lluvias recientes.  Las muertes, las personas desaparecidas, la destrucción material y de entornos de vida ha tenido un altísimo costo individual y familiar, así como para las actividades económicas, sociales y culturales.

México enfrenta varios riesgos: sismos, hundimientos, socavones y grietas, inundaciones, incendios, aludes, ocupación del territorio en zonas de alto riesgo, extracción excesiva de agua del subsuelo, presas azolvadas, ruptura de redes de distribución de agua, carga excesiva de peso en suelos urbanos, deforestación acelerada.

Es una tristeza que no se cuente con sistemas de alerta temprana que utilicen las nuevas tecnologías de comunicación. Es una tristeza que funcionarios responsables de prevenir y atender los problemas no sepan cómo actuar o ni siquiera estén presentes. Es una tristeza que las personas que saben de nuestras vulnerabilidades y son expertas en preverlas y enfrentarlas no formen parte de los gobiernos.

La soberbia y la ignorancia, así como la sustitución de capacidades por lealtades están provocando mucho daño en la seguridad humana en nuestro país.

Salarios mínimos, democracia y reforma del Estado

Clara Jusidman

11 septiembre 2025

La Silla Rota

Dos grandes fallas cometimos en la transición democrática mexicana: no haber realizado una profunda reforma del Estado y no haber subido los salarios mínimos que para el año 2000 tenían la mitad del valor que alcanzaron en 1976.

Los únicos que comprendieron que al caer el gobierno del PRI debería llevarse a cabo una profunda reforma del estado fue un grupo de personas coordinadas por Porfirio Muñoz Ledo, que se abocaron a concebirla. Para el efecto, establecieron varias mesas de trabajo algunas de las cuales debieron continuar una vez que se hiciera el cambio de gobierno.

Lamentablemente el nuevo gobierno no llevó a cabo los cambios propuestos a la estructura y organización del Estado, ni mantuvo los trabajos que aún faltaban para terminar su diseño. La transición terminó así convirtiéndose sólo en el ascenso de otro partido al poder.

Lamentablemente varios de las modificaciones que se fueron implementado entre los años 2000 y el 2018 para evitar la concentración y el manejo discrecional del poder han sido revertidos por los gobiernos de la 4T. Incluso han avanzado en una profunda contrarreforma como ha sido la desaseada elección de los integrantes de los poderes judiciales. Retornamos al siglo XX.

Por cuanto a los salarios las experiencias de Chile y Brasil muestran la importancia de haber iniciado la recuperación de los salarios mínimos después de la caída que experimentaron durante las dictaduras militares. (1964-1985 en Brasil y 1973-1990 en Chile).  

En Brasil con el gobierno de José Sarney 1985-1990 se estableció el compromiso de recomponer los salarios, pero fue en el gobierno de José Enrique Cardoso a partir de 1990 cuando se realizaron aumentos reales más sistemáticos. Conel gobierno de Lula se inició una política de ajuste más real al vincularlos al aumento del PIB y la inflación.

Patricio Awlyn, el presidente de la Concertación en Chile de 1990 a 1994, adoptó una política explícita de recuperación gradual del salario mínimo en diálogo con empresarios y sindicatos que se mantuvo en los siguientes gobiernos.

En México, Carlos Abascal, Secretario del trabajo de Vicente Fox, promovió en 2001 la creación de una Comisión Consultiva de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) para la modernización/recuperación gradual y sostenida del salario mínimo.

Como resultado de sus trabajos, a pesar de que la mayoría de sus integrantes estaban de acuerdo en la urgente necesidad de iniciar un proceso de aumento de los salarios mínimos, los representantes de la Secretaría de Haciende, del Banco de México y del ITAM, con argumentos falaces se opusieron.

México decidió incorporarse a los mercados mundiales ofreciendo mano de obra barata. Esa decisión se mantuvo hasta 2016 y significó la depreciación del valor del trabajo, fuente principal del ingreso familiar. Esto, además, en una etapa en donde la presencia de jóvenes en los mercados de trabajo ha sido particularmente alta por el llamado bono demográfico.

La lamentable decisión de 2001 explica por qué la transición a la democracia no significó mayor cambio para millones de mexicanos, por qué un 56% de la población ocupada está en condiciones de informalidad y por qué muchos jóvenes han sido capturados por la delincuencia organizada.

El viejo debate sobre la medición de la pobreza en México

Clara Jusidman

28 agosto 2025

La Silla Rota

La medición de la pobreza sigue en el centro de la atención cuando debería ser más importante el conocimiento sobre las condiciones en que viven las poblaciones pobres en los diferentes contextos territoriales con el fin de aplicar políticas de gobierno diferenciadas, más pertinentes.

Desde hace varios días los resultados de la medición de la pobreza en México han ocupado la atención de los medios de comunicación. El INEGI tuvo el buen tino de no cambiar la metodología desarrollada por el desaparecido CONEVAL para calcular la llamada pobreza multidimensional que considera tanto los ingresos monetarios como las carencias que experimenta la población en la realización de ciertos derechos básicos como salud, educación y vivienda.

Sin embargo, sigue en pie un viejo debate sobre como medir la pobreza. Las políticas que se aplican continúan considerando que todas las personas pobres son iguales, son atendidas como individuos y no en contextos diferenciados de familias y comunidades.

Por ejemplo, ¿qué significa vivir en pobreza en las ciudades violentas del norte del país, respecto de la que la sufren en las ciudades del centro y del sur? ¿De qué se sostienen, cuáles son sus carencias más agudas, dónde adquieren los bienes y servicios que utilizan, cuáles son las amenazas y peligros que las acosan?

De acuerdo con la sentencia del CONEVAL de “Lo que no se mide no se mejora” tal vez lo que se mide no es lo más relevante para las personas y familias que viven en pobreza.

Parecería entonces que darles directamente dinero es una buena solución para que ellas decidan en que lo gastan, pero si ello conlleva dejar deteriorar el salario social disminuyendo el acceso y calidad de los servicios públicos de salud y de educación que recibían, en realidad lo que se les proporciona por un lado se les quita por el otro.

La entrega de dinero las lleva a acudir a proveedores privados de bienes y servicios. Proliferan las empresas que atienden el mercado de la población pobre como son las cadenas de farmacias, las Coppel, Azteca, Oxxo, las BBB. Aumenta el gasto de bolsillo en salud, el consumo de alimentos ultraprocesados  y disminuye la asistencia escolar por la inaccesibilidad de las escuelas privadas. El dinero público derramado en transferencias monetarias acaba en manos del pequeñísimo porcentaje de la población de más altos ingresos: los dueños de FEMSA, los Coppel, Salinas Pliego. La desigualdad en realidad aumenta.

Santiago Levy y su equipo que desarrollaron el Programa Progresa en 1997, el primero en México de transferencias monetarias, antes de ponerlo en práctica hicieron pruebas piloto y dialogaron ampliamente con expertos del Consejo Nacional de Población. Sus recomendaciones llevaron a operarlo en el contexto de las familias y no individualmente, a hacer las transferencias por la vía de las mujeres y a condicionar para otorgarlas a que los niñas y niños acudieran a la escuela y a las clínicas de salud.

Lamentablemente el gobierno anterior, con un voluntarismo irresponsable, puso en práctica varios de los programas sociales sin dialogar ni con las poblaciones a ser atendidas, ni con las personas que llevan años trabajando e investigando la pobreza en México.

La indiferencia y el miedo

Clara Jusidman

14 agosto 2025

En las últimas semanas hemos conocido los niveles de maldad humana y deshumanización a los que hemos llegado y del gran sufrimiento de las víctimas.

 Al menos tres acontecimientos los muestran: el redescubrimiento del campo de exterminio del CJNG en Teuchitlán, Jalisco con restos humanos, ropa y y diversas prendas de jóvenes desaparecidos; el infame secuestro, tortura y muerte de la maestra Irma Hernández Cruz en manos de diez delincuentes en Álamo, Veracruz y el hallazgo de los restos de Fernandito niño de 5 años secuestrado, golpeado y abandonado por una deuda de 1000.00 pesos de su madre en el Estado de México.

Nos indignamos por la ausencia de seguridad y justicia proveniente de las instituciones del Estado: no protegen, no vigilan, no atienden las denuncias, no responden con oportunidad, no investigan, no guardan el debido proceso. Nunca encuentran a los culpables, nunca los castigan o lo hace en un porcentaje ínfimo. Se abren expedientes que llenan las bodegas de las fiscalías y que nunca se investigan.

La sorpresa y la indignación se expresan en los medios. Las autoridades repiten mil veces que los crímenes no quedarán impunes, que se harán las investigaciones pertinentes y que los perpetradores serán debidamente castigados.

Las mentiras, el engaño, la ineptitud y lo peor, el total desinterés en conocer lo sucedido y a quién castigar poniendo límites a estas conductas aberrantes caen en el barril sin fondo de la impunidad, contribuyen a la desconfianza y a la repetición de actos llenos de crueldad.

Varias preguntas tendríamos que hacernos:

¿Dónde y qué hicieron los vecinos del rancho que operaba desde 2012, los cercanos al secuestro y los de la colonia donde habitaba Fernandito y su madre? ¿Trataron de apoyar a las víctimas, de denunciar, de convocar a otros vecinos para evitar los actos crueles? O permanecieron indiferentes, con miedo de involucrarse o sólo mirando los que sucedía.

¿Cómo es posible que ignoremos los 200 mil asesinatos ocurridos entre 2018 y 2026 y los 120 mil desparecidos que no han sido encontrados?

La desigualdad, una población en pobreza donde 7 de cada diez viven en ciudades y pueblos en condiciones de gran precariedad

Lamentablemente muchos ocurren al interior de las familias donde la violencia maltrata niños, niñas, mujeres, personas con discapacidad y personas mayores. Recrea seres violentos que sufrieron maltratos, nunca fueron reconocidos y están muy enojados.

Deterioro de la capacidad social para la construcción de seres humanos.

Clara Jusidman

31 de julio de 2025

La Silla Rota

Todos los días vivimos o nos enteramos de actos de violencia en nuestro país que muestran un grave nivel de deshumanización y una pérdida del sentido de lo sagrado de la vida y de la integridad de las personas.

Homicidios dolosos, descuartizamientos, torturas, desapariciones, venta y explotación de mujeres, niños y niñas, venta de órganos, esclavitud de adolescentes, desplazamientos, despojos, extorsión y violencia intrafamiliar y escolar son muestras de una crueldad extendida y creciente.

Sin bien es cierto que los gobiernos de la 4T han sido incapaces de brindar seguridad y justicia a la población e incluso, algunos están coludidos con los perpetradores de violencia, el ejercicio del poder en México ha implicado el derecho de matar, esclavizar o explotar a otros y otras a lo largo de varias décadas. Así ejercieron los gobiernos del PRI su poder, así se expresa el machismo mexicano, así se manifiesta el poder militar y el del crimen organizado.

En reportaje de El País se nos informa además que las causas penales contra adolescentes se disparan en México. Crecen más de 40% en dos años y se observa un aumento de la participación de mujeres en la comisión de delitos.

Entre las causas estructurales del aumento de las violencias que estamos viviendo y de la participación de jóvenes como víctimas-victimarios hay dos que quisiera destacar.

Una refiere al gran desperdicio que ha hecho nuestro país del llamado bono demográfico que se define como la etapa de la estructura de la población en que las personas activas (entre 15 y 64 años) superan a las dependientes (menores de 15 y mayores de 65).

Es una etapa en donde el crecimiento económico puede ser más rápido y el ingreso de las familias aumenta al contar con un mayor número de sus miembros que pueden ingresar a los mercados de trabajo. En México ese bono dio inicio en 1978 y terminará en 2030.

Lamentablemente ha sido un periodo en donde la inversión estatal en servicios sociales como educación y salud ha sido muy baja e incluso disminuye. Asimismo, la política de contención salarial emprendida particularmente desde 1982 ha impedido que las familias participen con mayor disponibilidad de tiempo en el cuidado de niños, niñas y adolescentes al tener que destinar más tiempo a la obtención de ingresos. Como resultado los aportes del Estado y de las familias en los cuidados de las personas se han reducido y su calidad ha disminuido.

A esto se agrega que llevamos al menos 25 años con altos niveles de homicidios y desapariciones. El número de niñas, niños y jóvenes que han sido violentados, privados de sus padres, maltratados, esclavizados, explotados o abandonados es un componente creciente de las víctimas que deben estar profundamente resentidas con una sociedad y un Estado que las ha abandonado, no las reconoce y las invisibiliza.

Es decir, desde hace varias décadas hemos venido empobreciendo la capacidad social para la construcción de seres humanos que valoren su propia vida y la de otros, desarrollen habilidades para relacionarse y dialogar con los demás, respeten reglas de convivencia y aprendan formas pacíficas de resolución de conflictos.

Empobrecer a la República para combatir la desigualdad

Clara Jusidman

17 de julio de 2025

La Silla Rota

Al regresar de unas semanas de descanso recordaba una tesis que sosteníamos hace varios años para contribuir a reducir la persistente desigualdad en nuestro país.

Se trataba de elevar la calidad de los servicios de salud que atendían a población abierta o no asegurada, operados en ese entonces por la Secretaría de Salud y Asistencia, a los niveles que ofrecían los servicios de salud del IMSS.

En esos años, antes de la entrada de Arsenio Farell a dirigir el IMSS, había una relación virtuosa entre personal médico con excelente formación y los servicios de salud del Instituto, así como con los ofrecidos por los Institutos de Salud Pública del tercer nivel como Nutrición, Cardiología, Cancerología y Psiquiatría, entre otros. 

Médicos y médicas con posgrados en diversas partes del mundo trabajaban en esas instituciones a cambio de una baja remuneración, pero con su participación en la salud pública contribuían a elevar la calidad de los servicios a la población asegurada y a aquella en condiciones de pobreza, así como a formar a los nuevos doctores y avanzar en la investigación para el tratamiento de enfermedades de la pobreza.

El IMSS atendía sólo a la población trabajadora y a sus familiares y los Institutos y los Hospitales servían a la población de menores ingresos de toda la República que padecía enfermedades complejas y de carácter crónico degenerativo. La buena calidad de sus servicios hacía que incluso personas de altos ingresos buscaran acceder a ellos.

Parecería que las administraciones de la 4T han decidido reducir las brechas de desigualdad destruyendo lo que consideran “privilegios”  cancelando o reduciendo presupuestos, destruyendo instituciones y servicios públicos básicos y denostando a quienes trabajan en proyectos de cultura, artísticos, académicos, de investigación y en organizaciones de diverso tipo, así como sustituyendo a servidores públicos conocedores de sus materias por sus parientes, vecinos y amigos.

Se trata de un afán por empobrecer a la Republica llevando a la mediocridad el desempeño del país en todos esos campos.

Los efectos de la pésima política en materia de salud de la 4T han llevado por ejemplo, al deterioro de los servicios proporcionados por los Institutos de Salud Pública de Tercer Nivel:  postergan cirugías, consultas y estudios de diverso tipo, carecen de materiales, medicamentos y del mantenimiento y actualización de sus equipos.

Los llamados “privilegios” no desaparecen simplemente ahora son otorgados a personas que carecen de las cualidades y la formación para recibirlos y que, con su sometimiento incondicional al poder, buscarán permanecer en ellos.

La integración de la Suprema Corte de Justicia y de las Cámaras del Congreso, así como del INE y el Tribunal Electoral son ejemplos vivos de ese empobrecimiento.

Entre tanto las personas super-ricas del país continúan enriqueciéndose con los negocios y contratos con las administraciones de la 4T.

TELEVISA LEAKS. Dominar por vía de la narrativa

Clara Jusidman

La Silla Rota

8 de mayo 2025

Lo importante actualmente en la política es ganar la narrativa para dominar al “pueblo”. Se cuentan historias, llenas de mentiras, en los medios de comunicación y en las redes sociales para mantener engañadas a las personas que recurren a ellas para informarse o seguir a algún ídolo político o artístico. Las granjas de bots contribuyen a la construcción de narrativas mentirosas. Además, quien apele más a las emociones será más exitoso.

En la política ya no se trata de proponer un proyecto de país, de plantear un posible futuro y de explicar cómo y con qué se va a alcanzar. A veces también se construyen y publicitan castillos de fantasía que al primer golpe de viento se desmoronan.

Lo más vergonzoso es cuando los concesionarios de los medios de comunicación, muchas veces coludidos con políticos o con empresarios, con total impunidad utilizan la narrativa en medios y redes para destruir prestigios, promover a personas impresentables, incapaces o incluso criminales a puestos políticos, eliminar obstáculos a sus intereses económicos y desprestigiar a sus competidores,

Cuando las consecuencias de esas prácticas producen muertes, enfermedad o un daño moral grave a personas inocentes se convierten claramente en actos criminales que deberían ser sancionados.

Gracias a Carmen Aristegui y a su excelente equipo de investigación, así como a un valiente joven llamado Germán Gómez García se está develando y analizando el contenido de un disco con una gran cantidad de información usada en una “fábrica de mentiras” llamada el PALOMAR dirigida por Javier Tejada Dondé, funcionario de TELEVISA por cerca de 40 años.

En lo que Aristegui-noticias ha denominado TELEVISA LEAKS se están dando a conocer las formas utilizadas por ese Segundo Poder que ha sido TELEVISA en nuestro país (Dayan dixit), para desarrollar guiones, campañas, falsas actuaciones para cometer ilícitos destruyendo el prestigio de personas y empresas, construir presidentes fantásticos y guapos, candidatos a ministros de la corte impecables y políticos comprometidos y honrados.

La superioridad racial, religiosa o ideológica y las violencias

La superioridad racial, religiosa o ideológica y las violencias

Clara Jusidman

30 de enero 2025

La Silla Rota

La historia de la humanidad ha estado dominada por violencias, guerras y masacres promovidas por ortodoxias religiosas, ideológicas y culturales o por una supuesta superioridad racial. Han sido usadas para la expansión territorial y el despojo de riquezas de diverso tipo.

Las violencias conllevan la elección de grupos de población como chivos expiatorios o calificados como de inferioridad racial por aquellos que buscan el poder y el control.

La expansión colonial de la Europa blanca en América, África, el Medio Oriente y  Asia significó la destrucción y muerte de pobladores originarios como fueron los grupos indígenas en el norte de América, así como en Argentina, Chile y Paraguay; el sometimiento de los pueblos mesoamericanos y el inhumano comercio de personas desde el continente africano en calidad de fuerza de trabajo esclava para la explotación de tierras y minerales.

Significó asimismo, la división de los continentes en estados nación de acuerdo a los intereses del colonialismo europeo en forma tal que les permitiera seguir controlando los territorios conquistados. Este es el origen de la confrontación entre israelíes y palestinos. El imperio inglés definió de acuerdo a sus intereses, la división del Medio Oriente en estados nación y intercambió un trozo de ese territorio para asentamientos judíos por recursos para seguir financiando sus guerras.

Desde que el pueblo judío fue culpado de la muerte de Cristo ha sido uno de los chivos expiatorios preferidos de la Europa cristiana. Fué maltratado en Inglaterra y Francia, recluido en guetos y acusado de provocar las pestes en la Edad Media. 

Los Reyes Católicos decretaron su expulsión de España,  después de hacerlo con los moros. Utilizaron sus bienes para seguir financiando sus guerras de conquista y crearon el Tribunal de la Santa Inquisición, que por trescientos años los persiguió y condenó a morir en la hoguera en todas sus colonias, incluyendo a México. Portugal se sumó a ese maltrato.

En la Europa zarista fueron objeto de pogromos, incluso hasta el siglo XX. Stalin los persiguió, los condenó a muerte, los recluyó en Siberia y en los gulags. 

La gran masacre de los judíos, principalmente de Europa del Este, de 6 millones de personas, ocurrió bajo el nacionalsocialismo alemán encabezado por un enfermo mental como fue Adolfo Hitler. Esa masacre incluyó a gitanos, curas católicos, comunistas, personas homosexuales, prostitutas, rusos y polacos. Todos considerados como razas o grupos inferiores o amenazantes para la raza superior germana.

La historia continúa con religiones, razas e ideologías que se consideran superiores, que exterminan a quienes se atreven a reclamar sus territorios como los armenios y los kurdos frente a Turquía; a defender su religión y su cultura como los musulmanes frente a los hindúes  o los yugures en China.

Dos reflexiones finales. Después de cientos de años de persecución y muerte del pueblo judío en su diáspora ¿no es explicable el movimiento sionista que procuró un territorio en donde pudieran vivir sin ser perseguidos?

Ante el imperialismo trumpista ¿no serán los migrantes de América Latina un chivo expiatorio del suprematismo blanco?

La incertidumbre y la seguridad en el trabajo

La incertidumbre y la seguridad en el trabajo

Clara Jusidman

La Silla Rota

16 de enero 2025

Los efectos del cambio climático como son los incendios por los vientos de Santana en Los Ángeles; las guerras en Europa, Medio Oriente y África; la emergencia de nacionalismos económicos en gobiernos autocráticos y los acelerados avances tecnológicos, especialmente en materia de inteligencia artificial tienen a la humanidad “al borde de un ataque de nervios” como diría Almodóvar.  En México podemos agregar la expansión territorial de las bandas criminales.

Los sentimientos de incertidumbre y miedo dominan a miles de millones de personas en la actualidad. No saben qué esperar del futuro y prefieren resolver sus problemas inmediatos: asegurar su alimentación, su salud, su vivienda, su trabajo y su ingreso y en no pocas regiones del mundo y de nuestro país, asegurar su vida y la de sus familias.

Millones transitan por el mundo huyendo de esos problemas en sus países de origen, buscando refugio y seguridad. Sufren en su búsqueda maltrato, discriminación, abusos, violaciones, pérdida de su libertad e incluso, la muerte.

En México nos encontramos al borde de una crisis en materia alimentaria, vivimos otra en el campo de la salud, la insuficiencia de viviendas ha sido reconocida por el actual gobierno, pero quisiera enfatizar lo que está ocurriendo en el mundo del trabajo y los ingresos.

En los últimos meses ha aumentado la incertidumbre en las posibilidades de preservar el trabajo y los ingresos que de ello se obtienen.

El acceso y la conservación de un trabajo digno son fundamentales en la vida de las personas y de las familias. Durante décadas el objetivo de vida era obtener un trabajo digno que permitiera cubrir las necesidades básicas de las familias, proporcionar educación a los hijos para que éstos a su vez, accedieran a un trabajo digno y protegido.

Sin embargo, a partir de los años ochenta del siglo pasado, las políticas económicas de los gobiernos no han comprendido la importancia y el nivel de seguridad que significa contar con un trabajo seguro en la vida de las personas y las familias.

Desde 1976 los gobiernos decidieron reducir los salarios mínimos al 25% del valor que alcanzaron en ese año. Entre 1994 y 2016 los mantuvieron en ese nivel. La firma de los tratados de libre comercio los obligó, por presión de los sindicatos de Estados Unidos y Canadá, a cambiar esa desafortunada política. El efecto de 40 años de depresión salarial en las capacidades de las familias mexicanas para construir seres humanos con dignidad fue desastroso.

Recientemente observamos dos tendencias. La primera es la desaparición de un gran número de pequeñas y medianas empresas y la disminución en más de 400,000 puestos de trabajo en los registros del Seguro Social.

La segunda son las políticas del actual gobierno federal para dejar sin trabajo a miles de trabajadores del poder judicial y el despido de mucho otros de la administración pública federal debido a “restricciones presupuestales”.

Asimismo, es un error aumentar el impuesto a la nómina al 4% en la Ciudad de México. Se encarece el costo del trabajo para las empresas que generan empleos formales.

La opción parece ser cambiar la certidumbre de un trabajo y encarecer el costo de este por mantener dádivas monetarias que aseguren lealtad política y control del poder.

Ejercer el poder para seguir ejerciendo el poder

La Silla Rota

9.11.2023

El deficiente y perjudicial manejo de la pandemia de COVID y la lenta, tardía e insensible respuesta al desastre provocado por el huracán Otis en Guerrero, son claros ejemplos del cambio de los objetivos de gobernar en nuestro país.

Se ha ido perdiendo el propósito de hacerlo para generar bienestar y seguridad en un territorio compartido. Cada vez más el interés se centra en mantener el poder y el control político. Cerrarse al diálogo y a la construcción de consensos es la consigna.

Se atenta contra el derecho a la participación, a la organización, a la solidaridad y a ser corresponsable frente a las tragedias que afectan a la población.  Actualmente, todo tiene que ser decidido, organizado y provisto por el gobierno federal y el ejército. Sólo el gobierno federal provee las vacunas, aunque las que ofrece no sirvan para proteger a la población de la variedad actual del virus.

La decisión presidencial inicial fue que sólo el ejército distribuyera los apoyos sociales para las personas afectadas en Guerrero, para evitar privilegios o con el fin de usarlos para las campañas políticas en curso. Afortunadamente el ímpetu de la sociedad civil, tantas veces evidenciado frente a las recurrentes catástrofes, impidió que esa decisión se mantuviera.

De acuerdo con la doctrina de la 4T vivir en pobreza significa ser bueno, digno, aceptar todas las decisiones que el presidente toma porque lo hace por el bien de los pobres, del pueblo. El propósito es eliminar los privilegios. El interés parece ser nivelar hacia abajo a todos aquellos que viven por encima de la línea de pobreza, porque cualquier deseo de superarla, se interpreta como ¨aspiracionistas”.

Lo importante es mantenerse en el poder para cambiar la cultura y empoderar a la población pobre y seguir destruyendo todo lo que se oponga al proyecto de la 4T.

Por eso no importa borrar de un plumazo instituciones y violar legislación que tomó años crear para contar, por ejemplo, con capacidades y recursos asegurados para la previsión y atención de desastres, proteger y evitar el deterioro del medio ambiente, apoyar las ciencias y el desarrollo tecnológico,  la atención a víctimas o la provisión de cuidados.

Tampoco importa, usar los puestos del gobierno para colocar a personas de confianza sin capacidad alguna, que desconocen sus funciones y responsabilidades y cómo ejercerlas como es el caso de la gobernadora de Guerrero o mantener a diputados y senadores que van a votar siempre a favor de las iniciativas presidenciales por temor precisamente, a perder sus privilegios y su participación en puestos de poder.

Sólo el presidente, con el voto de sus legisladores, decide el destino de los recursos que aportamos todos y todas o que provienen de la explotación de nuestros bienes comunes. Por ello, únicamente si viene una orden presidencial, los legisladores de Morena se atreverán a destinar recursos del presupuesto de 2024 para atender la emergencia y la reconstrucción de Acapulco y de varias comunidades afectadas de Guerrero.