El pasado 3 de agosto falleció José Agustín Ortiz Pinchetti actor clave en la lucha ciudadana por la democracia. Como amiga de José Agustín y de Loretta Ortiz Ahlf lamento su partida, aunque creo que al final descansó.
Conocí a José Agustín en 1991 cuando fui invitada por Miguel Basáñez a integrarme junto con Amalia García, al grupo que se autodenominaba de Los Nueve y que se había integrado en 1990 con tres militantes de las corrientes democráticas del PRI, PAN y de la izquierda. Su interés era intercambiar posturas e información en relación con eventos importantes que estaban ocurriendo en el país después de la desastrosa elección presidencial de 1988.
Participaban en ese grupo José Agustín, Basáñez y Demetrio Sodi por el PRI, Jorge Castañeda, Adolfo Aguilar Zinser y Graco Ramírez por la corriente de izquierda y Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, Jesús González Schmal y Bernardo Bátiz por el PAN.
José Agustín siempre fue un hombre amable, cariñoso, con una profunda espiritualidad y un gran interés por contribuir al avance democrático y a la justicia social. Quisiera recordar sólo algunas actividades en las que participé con José Agustín.
Desde ACUDE, Acuerdo Nacional para la Democracia, organización derivada del grupo de Los Nueve y que José Agustín presidió primero, participamos en actividades de observación electoral en tiempos que éstas causaban enorme enojo al gobierno priista, formulamos los “20 Compromisos por la Democracia” y fuimos una de las siete organizaciones que crearon Alianza Cívica. El plebiscito de 1993 en el Distrito Federal y el Grupo San Ángel también fueron proyectos a los que contribuyó ACUDE.
Cuando José Agustín fue consejero ciudadano del Instituto Electoral participé en el Comité Técnico para la vigilancia de las auditorías al padrón electoral, intervención que contribuyó a dar certeza de que ese padrón ya era confiable.
Varios integrantes de ACUDE colaboraron con José Agustín y Santiago Creel en el Seminario del Castillo de Chapultepec que sentó las bases para la reforma electoral aprobada por los partidos en 1996.
Ese año también formamos Causa Ciudadana, una de las primeras asociaciones políticas nacionales resultantes de esa reforma y que tuvo un desempeño ejemplar.
Finalmente, fui testigo del gran esfuerzo que José Agustín y María de los Ángeles Moreno, otra entrañable amiga, hicieron para que se aprobara la reforma política del Distrito Federal y se otorgara mayor presupuesto al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad.
Un periodo memorable de participación y organización ciudadana en el que José Agustín Ortiz Pinchetti jugó un papel protagónico.
Lamentablemente no logramos avanzar en una democracia participativa fundada en la escucha y el diálogo y en el reconocimiento de la complejidad y la diversidad social, económica y cultural de la población en el vasto territorio nacional. Mucho menos avanzamos en la formulación de un nuevo pacto social para generar un país incluyente, equitativo y con una perspectiva que permitiera desarrollar instituciones novedosas para enfrentar los nuevos riesgos que plantea el cambio de época que está viviendo la humanidad.