Estamos ante el riesgo de que criminales se apoderen del país

Además del “hambre” y “la violencia social” que dejará la pandemia del COVID-19, el principal riesgo es la balcanización del país, pues las bandas criminales se están apoderando de territorios completos, advierte Clara Jusidman, presidenta del Centro Tepoztlán, Víctor L. Urquidi.

En entrevista con El Financiero, la economista de la UNAM considera que si el Ejecutivo no quiere, el Congreso o el Poder Judicial deberían convocar a un gran pacto nacional, ya que es urgente que, ante la emergencia, los sectores económicos, sociales y políticos pacten una estrategia de Estado.

“Me preocupa particularmente la balcanización del país, las bandas criminales se están apoderando de territorios completos en México son los que están proveyendo a la población de una serie de suministros y los gobiernos están ausentes.

“Entonces el riesgo que tenemos es de una balcanización del país a lo cual también contribuye esta situación de enfrentamiento entre gobiernos locales y gobierno federal. Sería terrible”, asevera.

Opina que el Ejecutivo debería dejar de descalificar y confrontar, ya que urge adoptar un ingreso básico temporal para los 12 millones de desempleados de los últimos meses; apoyar la planta productiva, particularmente a las Pymes; restaurar y ampliar los servicios públicos de salud; redefinir la políticas de vivienda y atender el desabasto de agua entre la población.

“Es un momento de convocar a un pacto, y creo que si el presidente no lo quiere hacer, que lo haga el Congreso o que lo haga el Poder Judicial, pero es importante que se sienten a dialogar y a consensuar. Y aparte yo estoy segura que habría muchas cuestiones que los sectores estarían dispuestos a ceder o aportar, porque hay que entender la magnitud de la crisis.

“Creo que los empresarios tienen que entender que tienen que hacer mayores contribuciones para el erario público, necesitamos por ejemplo reconstruir el Estado”, plantea.

De acuerdo con Jusidman, urge fortalecer el Estado: “los últimos años, a partir del 85, no sólo se destruyó al Estado, si no que se deterioró la calidad de los servicios públicos”.

En el contexto actual, agrega, “no es posible seguir con decisiones autoritarias que después tienen que revisarse”, como la desaparición de fideicomisos o la reducción del 75 por ciento de los gastos de operación, refiere.

- ¿Es urgente fortalecer el Estado?

- Absolutamente, lo que ha quedado en evidencia en todo el mundo es que fueron aquellos Estados que siguieron manteniendo buenos servicios de salud, buenos servicios públicos de salud, por ejemplo Alemania o los países nórdicos, los que pudieron enfrentar mejor esta avalancha de casos graves que les llegaron. Sistemas como el mexicano, (que está) todo desarticulado, abandonado, con baja calidad, sin personal suficiente, sin personal capacitado y con buena remuneración, están en el desastre, y es clarísimo, necesitamos recuperar los servicios públicos del Estado en materia de agua, salud, educación y elevar la calidad.

El Ejecutivo, señala, ha sido omiso en tomar medidas de política que puedan paliar o contener la crisis económica y social, que afecta de manera grave a los sectores más vulnerables.

“Estamos en riesgo de perder planta productiva”, sostiene y alerta: “No se ha medido la magnitud del desastre en el que estamos y que se va a profundizar en los próximos meses, y eso, desde mi óptica, no ha sido respondido con la oportunidad y la magnitud que se requiere”.

Y agrega: “Hay que reconocer que uno de los factores que contribuyeron de manera importante al éxito en los 12 países que han logrado enfrentar mejor la pandemia ha sido la construcción de un pacto social de un trabajo armónico.

“El ejemplo más claro es Angela Merkel, en Alemania, que convocó a los centros científicos, universidades, académicos empresarios y con todos construyeron las políticas y las acciones para enfrentar una crisis tan grave”, finalizó.

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